Aparte de que me parece una tradición deliciosa para esa noche de terror ;), me sorprendió en su momento el hecho de que se pudiera disfrutar de jugar todos los años una misma partida, por muy atmosférica que sea. Lo cierto es que atrezzo no les faltará para ambientar la casa ese día, porque estos días en España las tiendas de "todo a 100" están llenas de adornos y disfraces para Halloween, así que entiendo que en EEUU será aún más exagerado :D.
El caso es que hay una característica muy notable en esta aventura que facilita el que sea rejugable: que al comenzar la partida, una anciana vidente les lee el futuro a los personajes usando una baraja de tarokka... que, vamos a ver, es una baraja de tarot modificada, no nos engañemos ;). Y dependiendo de lo que salga en esta lectura de cartas (completamente al azar), ciertos objetos importantes para acabar con el señor de Ravenloft estarán en lugares distintos dentro del castillo.
Ya solo con esta pequeña característica se logra que la aventura sea distinta cada vez, de modo que es factible jugarla año tras año y que cada vez sea una experiencia distinta, gracias a la aleatoriedad (en este caso, de las cartas y no de los dados).
Recuerdo que en el libro juego El Vampiro de Ravenloft, basado en la misma aventura, se simulaba esto mismo haciendo que al comenzar la lectura del libro se hicieran tres "tiradas iniciales" que había que anotar. Después, en lugares concretos del texto, se te decían cosas como "Si tu segunda tirada inicial es un 3, ve a la página 74". Gracias a esto, El Vampiro de Ravenloft es uno de los librojuegos que más veces he leído, y prueba de ello es el estado deplorable en el que se encuentra a estas alturas (pobres hojas sueltas).
Sin embargo...
Lo cierto es que también leí una vez a una persona decir que un libro que nos gusta no será tan bueno si no nos lo releemos de vez en cuando. Y creo que tiene bastante razón. No sé cuántas veces me he leído El Señor de los Anillos, El Hobbit, El Péndulo de Foucault o Tropas del Espacio, pero raro es el año en el que no acaricio el lomo de uno de esos libros, me pongo a leerlo de nuevo... y termino devorando siete u ocho capítulos. O el libro entero de nuevo.
Saliendo de la literatura, ¿no tenemos todos una película que hemos visto docenas de veces? ¿Una serie que no nos importa retomar? Estoy dispuesto incluso a decir que hasta una retransmisión deportiva tipo España - Malta. Sí, el España - Malta de hace décadas es de las pocas referencias deportivas que puedo comentar :D.
Es muy curioso que esto no sea tan habitual en los juegos de rol. Incluso si Ravenloft no fuera tan rejugable por la lectura de cartas inicial, ¿no molaría volver a jugar la aventura por mucho que nos la conozcamos? ¡Y encima en la noche de Halloween! Probablemente no hacemos este tipo de cosas porque es normal habitual en las campañas roleras que una aventura se entrelace con otra y formen una historia mayor que la suma de sus partes. Además de que los protagonistas (los aventureros) van cambiando con el paso de los años. Pero no creo que sea imposible volver a jugar un one-shot con los colegas a una aventura muy querida. Vale que no se puede jugar a Las Máscaras de Nyarlathotep o a la Gran Campaña de Pendragón en una noche, pero hay otras muchas aventuras que sí se pueden repetir, sobre todo si fueron algo significativo para tu grupo de juego. Pienso en algunas de las aventuras rejugables de Nosolorol o en clásicos como la aventura de la Cuna de RuneQuest o una buena aventura de Aquelarre como la de la Posada de Álvar el Honesto.
Hubo una vez un estudio que habló sobre los "spoilers", y que llegó a la conclusión de que se podía llegar a disfrutar más de una película o libro si nos habían contado el final. Porque entonces disfrutábamos del viaje y no únicamente del desenlace. Con las partidas y las aventuras que realmente nos han entusiasmado puede suceder algo similar, y más si tenemos en cuenta que en la inmensa mayoría de los juegos de rol hay un componente de azar que hace que realmente sea imposible jugar exactamente la misma partida dos veces.
Quizá es un experimento que no sea interesante realizar en nuestros grupos de juego :).
Saludetes,
Carlos