Hace cosa de tres días desde el blog de El Guardián de los Arcanos se escribió una entrada en la que el autor indicaba que cerraba el blog. No solo que lo cerraba, sino que borraba el contenido. A día de hoy, de hecho, no se puede acceder al blog porque se indica que es un blog privado al que solo se puede acceder con invitación. No tengo muy claro si esto significa que los contenidos no se han llegado a borrar y los volveremos a ver en algún momento, de algún modo, pero a día de hoy, están perdidos. El autor ha decidido centrarse en su canal de Youtube (El Guardián de los Arcanos), que lleva abierto aproximadamente dos años.
Que se cierre un blog para mí es triste, porque obviamente me gusta el medio y obviamente quiero tener cosas que leer. El de El Guardián de los Arcanos me parecía interesante por su énfasis en los juegos relacionados con Cthulhu. Se podría decir que era un blog muy especializado, aunque al ser tan numerosas las publicaciones dedicadas a los Mitos de Cthulhu, daba la impresión de que siempre había algo nuevo que contar.
Por otro lado, que sea triste no quiere decir que sea sorprendente, porque los blogs escritos por lo general tienen un período de vida más o menos breve, de unos seis o siete años en su mayoría, y eso contando con los que comenzaron en el punto álgido de los blogs, hará cosa de quince años, más o menos. En este período de tiempo he visto aparecer y desaparecer muchas bitácoras, tanto personales como especializadas. Otras, como mi propio blog, sobreviven pero con muchas menos entradas que las que tuvieron en su momento de máximo esplendor.
Es legítimo que se cierre un blog. Os puedo decir que yo mismo he sentido en ocasiones la tentación de dejar de escribir, por la simple razón de que en ocasiones considero que no tengo nada más que aportar. Que ya lo he contado todo y que por tanto solo me queda repetirme, volver a hablar de lo que ya he hablado y reiterarme en puntos de vista y opiniones que hasta a mí me cansa oir de nuevo. Me gustan los librojuegos, la Gran Campaña de Pendragón es la caña, la OSR mola, yo me crié con el RuneQuest. Es mucho más legítimo que lo haga un blog que no recibe comentarios, cosa de la que se quejaba el Guardián, porque si ya cansa repetirse, debe cansar aún más predicar en el desierto. Hace poco me han dicho que los que tenemos cierta fama en el mundillo y llegamos en su momento a esto nos hemos ganado a una audiencia que nos lee y nos responde, aunque solo sean media docena de comentarios en cada entrada. Y es cierto: os aseguro que media docena ya son suficientes para sentirse querido ;).
Yo ahora mismo no sé si le diría a alguien que se montara un blog para hablar de rol. Igual, siendo sincero, le diría que se montara un canal de Youtube o de Twitch o de la plataforma de streaming que lo pete el mes que viene. Si quiere seguidores (legítimamente) o quiere no solo hablar de algo sino recibir respuestas de la gente y poder interactuar con un público afín... pues sí, probablemente le conviene más montarse un canal de vídeo que un blog de texto.
Confieso que yo sigo unos cuantos canales pero que en realidad me da pereza ver vídeos. Me pongo música de vez en cuando, eso sí. Incluso veo alguna reseña de un juego que me interese. Pero por lo general si veo que un vídeo dura una hora o más, lo normal es que no lo lea. Ojo, que luego si estoy de promoción de algo de la editorial o me invitan a participar en una charla, pues participo y me lo paso bien. En ocasiones, si estoy generoso, hasta dejo hablar a los demás ;). Pero por lo general me pasa como a los escritores que van a la tele. Que me gusta charlar, pero me cuesta encontrar tiempo para ver después los canales. Sin embargo, no me cuesta leer. Yo leo todos los días; antes de acostarme, me leo un libro, por las mañanas leo noticias y un poco a cualquier hora me doy un repasito por los blogs que sigo y me leo las entradas o las dejo en una pestaña del móvil para leerlas después (si os dejo un comentario en alguna entrada y veis que he tardado meses en hacerlo, es porque vuestro artículo lleva ese tiempo pendiente de lectura en mi móvil; no es una excusa muy buena, pero es la verdad. Me gusta más el medio escrito que el medio hablado. Para mí el rol es una afición más literaria que audiovisual, y eso que disfruto del rol cara a cara. Bueno, en ambos casos disfruto de la parte narrativa e interactiva, y el medio quizá no sea lo más importante; pero tengo mis preferencias sobre el medio ;).
Así que, bien, pues entiendo que haya quien abandone su blog y se pase a hacer vídeos, sobre todo si de este modo ve que tiene más interacción. No es el primero que lo hace, y de hecho, hay muchos que lo hacen, incluyendo a gente maja con la que me llevo muy bien ;). Pero me fastidia que haya borrado las entradas. Está en su derecho, ojo. Pero me fastidia.
Porque si algún día quiero leer algo sobre Mythos Expeditions, un libro que en su momento consulté porque todo el tema de organizar expediciones a tierras lejanas me gusta, prefiero leerlo en una reseña escrita que verme un vídeo. Me resulta más sencillo hacer una búsqueda textual que verme un vídeo completo para ver qué me cuentan. Y en el blog del el Guardián había muchas reseñas, con sus fotografías, sus categorías y sus análisis. Ahora siete años de reseñas, pensamientos y contenido se van por el sumidero. El contenido es suyo, no nos debe nada a nadie y si decide borrarlo, no hay realmente mucho que podamos hacer. Sigue habiendo un canal de comunicación con el autor, más acorde a los tiempos que corren. Probablemente el que se está quedando atrás soy yo.
Pero qué pena, ¿no?
Este blog algún día cerrará. Porque cierre Blogger o porque lo cierre yo. O porque casque (que cascaré). No creo que sea tan importante o interesante como para que mis herederos traten de preservarlo de algún modo :D ni tengo interés en sobrevivir a través de mis escritos (desde luego, no a través de los escritos de un blog). Pero coño, que me lo borren otros. Que me tenga que morir para que lo borren. Que no le importe ya a nadie si existe o no. Como todas las cosas hechas por las personas, lo que termina por desaparecer es aquello que a ninguna persona le importa ya.
Yo creo que había gente a la que todavía le gustaba el contenido del blog de Guardián, aunque a él no le sirviera ya para nada. Y por eso me fastidia. Porque siendo todo tan efímero, tan liviano, de tan poco valor en comparación con el avance del tiempo, siento su desaparición como un signo de derrota. Aunque no sea la mía.
En fin. Me estoy haciendo mayor y gruñón. No me lo tengas en cuenta, Guardián ;).
Saludetes,
Carlos